PASAJERO DE UN
LARGO VIAJE
AUTORA: INES MUÑOZ AGUIRRE
Un solo espacio donde se
desarrolla toda la acción. Sobre una tarima central podemos divisar la
disposición de un estudio de radio, en donde está un mesón con dos micrófonos. Sobre la misma tarima
vemos un atril sobre el cual irá colocado el libreto del narrador. Igualmente a
la izquierda desde el punto de vista del espectador, pero por debajo de la
tarima una pantalla de proyección para diapositivas. A la derecha, también
desde el punto de vista del espectador vemos un televisor.
CUADRO I
La sala está
completamente en lo oscuro. Suavemente escuchamos de fondo el oleaje del mar,
que gradualmente aumentará hasta un término medio. Sobre la pantalla irá
apareciendo suavemente el título del Primer cuadro:
PROLOGO
En ese preciso instante
la voz suave de una mujer se mezcla con el sonido del mar que ha continuado de
fondo:
VOZ EN OFF: Miranda
era de facciones y figura poco comunes, más bien por su originalidad que por su
belleza. Tenía el ojo de fuego de los españoles, la piel bronceada y labios
finos y espirituales aun en el silencio. Su rostro se iluminaba en cuanto empezaba a hablar, cosa que hacia con
inconcebible rapidez. En las profundidades de su alma debe anidar la llama de
un fuego sagrado.
Una luz totalmente dirigida nos permite ver al NARRADOR. Personaje que
como Maestro de Ceremonias o Distanciador está ubicado detrás del atril de la
izquierda, vestido completamente de oscuro.
NARRADOR: Señoras y Señores, los invito a deslizarse por el tiempo, en un juego
de ir hacia el pasado El tiempo puede ser un juego, enredado con la nada o con
el recuerdo. Sin embargo ese juego tiene límites y los límites nos impiden
echar hacia atrás el reloj para cambiar acontecimientos que quisiéramos
cambiar. (Las luces comienzan a encenderse suavemente hacia
el centro del escenario que nos permite ver el estudio de radio y la entrada
del locutor y la locutora. El narrador los ve sonreído señalándolos) He allí los protagonistas contemporáneos de esta historia,
que estoy seguro darían lo que fuera por tener el entrevistado que hemos invitado desde nuestra
imaginación. (Al mismo tiempo entran uno detrás de otro el locutor y la locutora del
programa de radio, que está a punto de comenzar. Ambos se dirigen hacia el
estudio, buscando cada uno su lugar en el programa)
LOCUTORA: (Mientras
se sienta) ¿Quién te dio esas
declaraciones?
LOCUTOR: La Duquesa de Abrantes. ¿No me dijiste
que querías conocer más sobre él? Sobre todo sobre su vida personal. (Saca
una carpeta llena de papeles que trata de ordenar mientras habla)
LOCUTORA: Claro. Todo
el mundo dice que es un hombre encantador.
LOCUTOR: Ajá.
Digno invitado de nuestro programa de hoy.
LOCUTORA: Quisieras tu, tener aunque sea una vez
al mes un invitado de su categoría (Cada
uno coloca sus apuntes respectivos sobre la mesa)
LOCUTOR: Espero que llegue puntual. Eso es
lo que no me gusta de invitados tan importantes, porque uno nunca sabe si
llegarán hasta que los ves entrar por esa puerta. (Justamente en ese momento hace su entrada el invitado por el fondo del
escenario. Una luz cae directamente sobre el, mientras entra una música con la
cual se indica el comienzo del programa.En las pantallas aparece el rostro de
Miranda)
DIAPOSITIVAS: Miranda
(Tanto el
locutor como la locutora se sientan de inmediato tras sus respectivos
micrófonos. El se ubica directamente detrás del micrófono de pie. Al fondo, en
todo el centro del escenario)
LOCUTORA: Buenas tardes queridos oyentes de
“Perfiles Internacionales”, tal como se lo habíamos venido anunciando hoy
tenemos un invitado muy especial a quien
sin duda alguna da mucho gusto escuchar sobre todo en los tiempos que corren.
LOCUTOR: Si, queremos dar la bienvenida a
nuestro entrevistado de hoy, quien además tendrá la oportunidad de escuchar
diversos testimonios que hemos recogido con el apoyo de nuestros
corresponsales en diversas ciudades.
Cada testimonio nos permitirá conocer su
opinión sobre diversos temas.
LOCUTORA: Primero que nada hablaremos de
Miranda, el viajero. (Los dos locutores ven siempre hacia el
público, al igual que el invitado. Es decir que en este cuadro dan la espalda
al invitado)
LOCUTOR: De Miranda, amante del arte. ¿En
qué lugar sintió mayor presencia de curiosidades históricas?
MIRANDA: Visitamos la gran Catedral de
San Mauricio, un moro. Detrás del altar hay una cripta subterránea que lleva a
una milla y media fuera de la ciudad. La zapatilla de la virgen María. Dos
gotas de sangre en la piedra ante el altar donde fue decapitado un obispo. El
casco y los guantes de Jellia, quien asaltó este lugar hace algunos siglos, la
palmera de Jerusalén…
LOCUTORA: ¿Nos podría comentar sobre una de las
obras que más le haya impresionado?
MIRANDA: En el Monasterio de la Gracia tuve
oportunidad de apreciar La Cena de Da Vinci. Es su mejor obra, pintada al
fresco sobre el muro. A distancia la ilusión es tan bella que parece se viera a
través de la puerta que da a la espalda del salvador, una extensa perspectiva.
Me quedé más de una hora contemplándola.
(Las luces
bajan lentamente. Acompañadas de una música muy bella. La última imagen que nos
permite ver es la del hombre imponente al fondo del escenario)
OSCURO. FIN DEL CUADRO
CUADRO II
Sobre la pantalla irá
apareciendo suavemente el título del Segundo cuadro:
EL MUNDO NO
TIENE LIMITES
(La sala nuevamente en lo oscuro nos permite leer el
título de la pantalla mientras escuchamos la voz en off)
VOZ EN OFF: Comí
en la casa de un hombre notable. Creo que es un espía de Inglaterra y España a
la vez. Vive en un tercer piso que está amoblado como la residencia de un
sátrapa. En medio de su lujo se queja de su pobreza y luego nos ofrece una
comida
preparada por Keo y servida en platos de plata. Es esta una
circunstancia extraña que me gustaría que me explicasen. Comí allí con personas de la mayor importancia. Me gustaría
volver a encontrarme con una de ellas: es un Quijote, con la diferencia de que
no está loco.
(La luz se enciende de un solo golpe directo sobre
Miranda, quien aún se encuentra al fondo de la escena)
MIRANDA: (Desde su micrófono) ¿Se puede saber quién les dijo eso?
(Las luces nos permiten ver a los locutores. En
las pantallas aparece la imagen de Napoleón)
LOCUTOR: Pero por supuesto, ¿Es qué no reconoció su voz?
MIRANDA: Pues no. No tengo idea.
LOCUTOR: Es
Napoleón. (El narrador ha entrado y le entrega un papel a la
locutora, de inmediato sale de escena)
LOCUTORA: Continuamos
con nuestro programa especial (Entrando directamente en
materia) Nuestros oyentes quieren saber ¿Cómo ha sido recibido en sus
viajes?
MIRANDA: En cuanto país extranjero he
estado, empezando por la América septentrional y muchos reinos de Europa, he
experimentado agasajos y distinciones de las gentes más elevadas. Acaso sería
porque veían un joven extranjero arrostrando
riesgos y fatigas por el anhelo de ver, observar e instruirse.
LOCUTOR: ¿Esos agasajos le
han generado algún tipo de compromiso?
MIRANDA: Yo no tengo empeños contraídos
con nadie ni he tenido jamás la más remota idea que no convenga con los
principios de mi honor y mi nacimiento.
LOCUTORA: ¿Hay un por qué, más especifico que
justifique, claro sin necesidad real de justificar su pasión por los viajes?
MIRANDA: La experiencia y conocimiento que
el hombre adquiere, visitando y examinando personalmente con inteligencia
prolija en el gran libro del universo, las sociedades más sabias y virtuosas (en este momento vuelve a entrar el Narrador
por el otro extremos entregándole ahora una nota con la siguiente pregunta al
locutor, de inmediato sale de escena) que lo componen, sus leyes, gobierno,
agricultura, policía, comercio, arte militar, navegación, ciencias, artes, es
lo que únicamente puede sazonar el fruto y completar en algún modo la obra
magna de formar un hombre sólido y de provecho.
LOCUTOR: ¿Cómo
llega a Europa?
MIRANDA: Pasé a Europa con el designio y
vocación de servir en el ejercito. Para esto fijé mi residencia en Madrid y con
sumo ardor me apliqué al estudio de las matemáticas,
principalmente
en lo conducente al arte militar y de las lenguas vivientes de Europa, buscando
y haciendo venir de países extranjeros maestros y libros, los mejores y más
adecuados para el asunto, en lo cual se expendió considerablemente parte de mi
patrimonio.
(La luz disminuye dejando a los locutores como siluetas. En la pantalla
de dispositivas vemos pasar algunas imágenes a las que Miranda hace referencia.
Vemos su rostro mientras habla)
MIRANDA : La sublime impresión que uno
siente al contemplar la cúpula de la antigua basílica de Santa Sofía desde el
interior, es muy superior a la que se tiene al entrar por primera vez a San
Pedro de Roma a San Pablo en Londres, al Escorial en España….
(La
luz baja lentamente sobre el)
OSCURO
Fin del Cuadro
CUADRO III
Sobre la pantalla irá apareciendo suavemente el título del tercer
cuadro:
¿POR QUÉ NO
PODEMOS SER LIBRES?
(Se mantiene la oscuridad.
Mientras escuchamos una voz en off)
VOZ EN OFF: Miranda es un hombre de grandes conocimientos,
habla de todo muy libremente, pero particularmente contra la Inquisición,
contra el gobierno español, contra el rey y el príncipe de Asturias y formula
alusiones ofensivas sobre la ignorancia española. Miranda es un hombre libre,
libérrimo.
(La luz se enciende directamente sobre los locutores)
LOCUTORA: Si esa es la opinión que tiene de
usted el Embajador de Austria, después de haberlo conocido en el almuerzo
ofrecido por Catalina II ¿Cómo define usted la libertad?
(Se enciende la luz sobre Miranda, quien ahora se encuentra en la parte
de adelante del escenario y conversa espontáneamente con los locutores,
moviéndose libremente)
MIRANDA: Cuando
hablo de libertad, no es esa especie de libertad que Robespierre, Sieyés y
Fouché pretendieron establecer, sino el tipo de libertad que Montesquieu y
Locke han explicado muy claramente.
LOCUTOR: ¿
Y cuándo habla de justicia?
MIRANDA: No me refiero al género de
Justicia que Danton y Merlín nos dieron en Francia.
(El Narrador hará su entrada llevando en una bandeja tres tazas de café
con que obsequia a los locutores y su
invitado)
LOCUTORA: ¿Qué se piensa en Europa sobre la
libertad de América?
MIRANDA: Con gran satisfacción observo a
los literati y a los hombres conocidos
por su generosidad de sentimiento, ansiosos de conocer la situación de América,
cuyo éxito de la realización del virtuoso establecimiento de la libertad
pública parecen tomar muy a pecho.
LOCUTOR: Entonces, ¿Nos sorprende usted
diciéndonos qué se habla de este tema?
MIRANDA: Oyen con agrado cuando se les
exponen los hechos, la verdadera situación de nuestro gobierno y de nuestro
país, explicación que contradice las numerosas informaciones que la equivocada
política del Ministerio británico difunde por toda Europa con asiduidad sorprendente.
LOCUTORA: ¿Cuál ha sido la posición de los
medios de comunicación, los cuales tienen un papel tan importante en el destino
de los pueblos?
MIRANDA: Un extracto de un periódico
londinense, reproducido en Berlín colocó a América en una situación
apuradísima, afirmando categóricamente que la Anarquía y la confusión reinaban
en todo nuestro sistema político y que a causa del establecimiento de nuestra independencia, en América se
había creado un angustioso ambiente de
estrago y desolación.
LOCUTOR: ¿Ante el tema político y de los gobiernos
que es lo que más le molesta?
MIRANDA: Mi pluma se subleva ante la idea
de considerar a la humanidad por ella misma, como favorable a los gobiernos
tiránicos, pero en toda otra situación la encontramos turbulenta e inquieta
persiguiendo siempre un cambio hasta que llega a estar tan dominada por la
presión del yugo que no tiene más remedio que soportarlo.
LOCUTORA: ¿Cómo se definiría?
MIRANDA: Yo soy y seré perpetuamente un
acérrimo defensor de los derechos, libertades e independencia de nuestra América,
cuya causa defiendo y defenderé toda mi vida, tanto porque es justa y necesaria
para la salvación de sus desgraciados habitantes, como y porque interesa además
en el día a todo el género
humano. Cuenten ustedes conmigo hasta la última hora.
(Los dos locutores se levantan violentamente de sus sillas y giran,
mirando de frente al invitado a quien aplauden. El Narrador aplaude desde una
esquina. Las luces bajan lentamente sobre los cuatro)
OSCURO
Fin del cuadro
CUADRO IV
Sobre la pantalla irá apareciendo suavemente el título del cuarto
cuadro:
UNA Y OTRA VEZ
(Aun en lo oscuro escucharemos la voz en off)
VOZ EN OFF: Desde antes de ahora, tengo pintado el
carácter de Miranda, imaginación exaltada, luces y conocimientos más que
medianos, fervor y vehemencia en su exterior y sobre todo una
actividad extraordinaria. Con tal conjunto
de cualidades, si este joven llegara a verse exasperado y reducido a abrazar el
partido de servicio extranjero, creo que preferiría siempre todo lo que sea
acción, movimiento y singularidad, a seguir una vida quieta e indiferente.
(Se enciende una luz tenue sobre el narrador, quien se encuentra parado
tras su atril)
NARRADOR: Así opinaba de
Miranda en el año 1789, el embajador español Del Campo.
(Cuando se encienden las luces, Miranda está sentado entre los dos
locutores)
LOCUTOR: Usted ha sido constantemente
perseguido. ¿Es cierto lo que se dice que le pasó en La Habana?
MIRANDA; Si por supuesto, se apareció en
la casa donde asistía, un ayudante del señor gobernador y capitán general de
esta isla, inquiriendo por mi persona que justamente estaba fuera de casa, se
había dado orden para arrestarme, privado de toda comunicación por escrito o de
palabra. Suspendí entonces la intención de volverme a la posada y me dirigí a
la de un amigo.
NARRADOR: El 11 de marzo de 1782, mientras Miranda está en Cabo
francés, el rey manda la
siguiente comunicación (El
narrador desenvuelve un pergamino del cual lee) Si al recibo de esta Real Orden, no hubiere ya enviado a España al
teniente coronel Don Francisco de Miranda, capital del regimiento Aragón, según
le está prevenido en Reales Ordenes de 2 y 16 de noviembre últimos, hágale arrestar
inmediatamente y poner a disposición de
su majestad en el castillo de San Carlos de la Cabaña.
LOCUTOR: Se habla también de una orden de arresto
del 28 de
octubre de 1782.
MIRANDA: Si por supuesto, se apareció en la casa donde asistía un
ayudante del señor Gobernador y Capitán General de esta isla, inquiriendo por
mi persona que justamente estaba fuera de casa, se había dado orden para
arrestarme, privado de toda comunicación por escrito o de palabra. Suspendí
entonces la intención de volverme a la posada y me dirigí a la de un amigo.
NARRADOR: El 11 de
marzo de 1782, mientras Miranda está en Cabo francés, el Rey manda la siguiente
comunicación: (El narrador desenvuelve un pergamino del cual lee) Si al recibo
de esta Real Orden, no hubiere ya enviado a España al teniente coronel Don
Francisco de Miranda, Capitán del Regimiento Aragón, según le está prevenido en
Reales Ordenes de 2 y 16 de noviembre últimos, hágale arrestar inmediatamente y poner a
disposición de su majestad en el castillo de San Carlos de la Cabaña.
LOCUTOR: Se habla
también de una orden de arresto del 28 de octubre de 1782
MIRANDA: Si, esa
fue por orden de la Inquisición Española, yo debería ser encarcelado y mis
bienes confiscados.
NARRADOR: En el
momento de ser arrestado, todos sus libros y papeles deberán ser examinados y
los objetos prohibidos, confiscados.
LOCUTORA: Ahora los
invitamos a escuchar las declaraciones que en su oportunidad pudimos escuchar
de Bernardo del Campo
VOZ EN OFF: Estoy
a punto de obtener de Don Francisco de Miranda que acompañe a Flandes a Don
Matías de Gandásegui, que irá con su mujer y su hija a pretexto de poner a esta
pupila en un convento. Me las arreglaré para que tomen la ruta de Calais, donde
deben detenerse dos días. La policía francesa, prevenida, haría detener a los
dos hombres cuando se dirigieran a visitar el castillo, como lo hacen todos los
viajeros. Los pondrían entonces en celdas separadas, para liberar enseguida a
Gandásegui, quien regresaría inmediatamente a Londres a reclamar los cofres de
Miranda.
(Miranda se pone en pie violentamente)
NARRADOR: En carta a Carlos IV el 23 de abril
de 1790
MIRANDA: Veo
claramente que en vez de darse una satisfacción completa a mis agravios y
reparar los graves perjuicios que ha sufrido mi hacienda, se traman y se oyen
nuevas implicaciones, hasta cuando estoy fuera del país. Se me ha puesto así en
la dura precisión de sacrificar todo mi caudal e intereses, y lo que es más la
dulce compañía de mis padres y mis deudos a fin de escoger una patria que me
trate al menos con justicia y me asegure la tranquilidad civil.
-
OSCURO
Fin del cuadro
CUADRO V
Sobre la
pantalla irá apareciendo suavemente el título del quinto cuadro :
YA NO HAY VUELTA ATRÁS
(En lo oscuro de la sala se
escucha la voz en off)
VOZ EN OFF: Hombre
todopoderoso, vives en el sentido de l a fuerza. ¿Quién puede penetrar la
realidad como tú, a quien escapan tan pocas cosas? ¿Quién como tu, comprendes
todas las debilidades de los débiles? ¿Quién comprende como tu, el poderío de
los fuertes? De qué resolución, energía y habilidad de qué orgullo
despreciativo y de qué valor te ha dotado la naturaleza.
(La primera luz en encenderse
recaerá sobre el narrador)
NARRADOR: Realmente,
sólo un hombre tan bien descrito por Juan Gaspar Lavater, podía lograr el
desarrollo de proyectos como el Plan Mirandino, en el cual decía: La situación
de América es de opresión infame en que la España la tiene constituida, negando
a sus naturales que se puedan desempeñar empleos militares, civiles y
eclesiásticos de alguna importancia. (Se enciende una segunda luz, directo sobre Miranda)
MIRANDA: Confiriéndolos sólo a los
española europeos que vienen únicamente a enriquecerse y ultrajar y oprimir a
los infieles habitantes.
NARRADOR: Prohibiendo a los americanos que
pasen a países extranjeros sin una licencia del monarca, que rarísimamente
se concede.
MIRANDA: Y lo que es más aun, es el
oprimir la inteligencia con la intervención del infame tribunal de la
Inquisición que prohíbe la lectura de
libros o de publicación útil capaz de ilustrar el entendimiento humano,
procurando así degradar haciéndolo supersticioso, humilde y despreciable.
(Luz sobre el locutor, quien lee
transmitiendo en vivo el noticiero)
NOTICIERO: Ultima hora, las noticias que están
llegando en este momento desde el viejo continente nos indican que Don
Francisco de Miranda le ha presentado al Ministro Pitt un Proyecto de
Constitución para las Colonias Hispanoamericanas.
MIRANDA: Gobierno dirigido por hombre que
detentará el título de Emperador Inca.
NARRADOR. Cámara del senado con senadores
vitalicios
LOCUTOR: Cámara de los comunes integrada
por diputados elegidos cada cinco años
MIRANDA: Jueces Federales vitalicios
NARRADOR: Los Censores velarán por la moralidad
de la juventud,
LOCUTOR: Los ediles velaran a los
senadores, educadores atenderán la vigilancia y conservación de canales,
puertos, carreteras y monumentos.
MIRANDA: Los Cuestores controlarán y
fiscalizarán la administración pública
NARRADOR: El clero solo se ocupará de asuntos eclesiásticos
LOCUTOR: Desaparecerán los impuestos a los indígenas
NARRADOR: Nada se logra, El Primer Ministro Pitt
nunca da su respaldo a Miranda, sorpresivamente descubre que el gobierno británico
lo vigila.
(Sobre la pantalla de diapositivas aparece la
imagen de Miranda y escuchamos su voz en off)
MIRANDA: (Voz en
off) He sido vendido por un tratado
de comercio con España. Pitt es un monstruo que parece no tener otro guía que
El Príncipe de Maquiavelo. Habíamos convenido que si estallaba la guerra, el
Plan entraría en ejecución y hasta se enviaron a buscar algunos de nuestros
compatriotas ex jesuitas que yo había visto y preparado en Italia para el
asunto
NARRADOR: Finalmente rebasado el límite de
espera Miranda rompe con Pitt
MIRANDA: Espero quiera usted excusar esta
molestia y estar convencido de mis calurosos deseos por la prosperidad de
Inglaterra, cuya gloria espero todavía ver acrecentada con la ejecución de los
planes propuestos, y aun antes de que ese tiempo llegue, me jacto que tendrá
oportunidad de probar mi sincero afecto a este país.
LOCUTORA: (Quien
entró a escena y se había ido acercando, grabador en mano) Después de toda
esa situación tan decepcionante, ¿Qué hizo usted?
MIRANDA: El
19 de marzo de 1792, partí de Londres a París con ánimo de informarme si acaso
los franceses, como yo me lo presumía, no intentaban revolucionar la América
española.
(Al fondo se escucha un timbre que sirve como
señal, de inmediato los locutores se paran detrás del micrófono. Miranda se
acerca al narrador)
MIRANDA: ¿Qué sucede?
NARRADOR: Un noticiero urgente internacional
(Tanto Miranda como el Narrador se ponen a la
expectativa, cada uno a un extremo del escenario. En las pantallas de
diapositivas comenzaremos a ver pasar una tras otra imágenes que hacen
referencia a la época)
LOCUTOR: Ultima hora. Se ha constituido en
la ciudad de París una nueva Junta Municipal, La Commune, con predominio de
jacobinos.
LOCUTORA: Ha sido asaltado el Palacio de las
Tullerías en el cual se encontraba la familia real. Ha sido encarcelado el Rey
Luis XVI y la reina María Antonieta
MIRANDA: (Girando
hacia el público) Mi amigo el Alcalde de Paris, M. Petion, sabiendo que yo
estaba decidido a partir en breve para Inglaterra, donde yo tenía compromisos de
la mayor importancia me preguntó por qué no aceptaba servicio en Francia, por
la causa de la Libertad que yo amaba tanto. Le hice ver mi condición de extranjero
y la ingratitud que más tarde se experimenta como yo lo había comprobado en
América. En fin me pidió que aplazara mi partida.
NARRADOR: La indignación de Catalina II se
manifiesta a través del príncipe Kochubel.
PRINCIPE: Me he enterado con indecible
amargura del extravagante papel que se propone desempeñar Miranda. Nunca pensé
que un hombre como él fuese capaz de hacer cosa tan absurda.
NARRADOR: El príncipe además, emite su propia
opinión
VOZ EN OFF DEL PRINCIPE: Todos hemos aprobado vuestra conducta en
relación con él. Grande ha sido el enojo de la Emperatriz por el comportamiento
de ese hombre que de no ser por su amparo, ya haría tiempo que estaría pudriéndose
en las mazmorras de la Inquisición
NARRADOR: Entre tanto Petion quien era el
Presidente de la Convención Nacional, le escribe a Miranda; se ha portado usted
como oficial de experiencia y excelente ciudadano que sabe como merecer la
confianza de los soldados que están bajo su mando. No se trata solamente de
asegurar el triunfo de la libertad de
Francia, sino de la libertad del mundo entero. Nunca lucharemos por una causa
más grande o más noble.
MIRANDA: El 25 de enero 1793, el rey Luis
XVI es decapitado Inglaterra rompe relaciones con Francia. Duomouriez invade
Holanda y ordena a Miranda ponga sitio a Maestricht
NARRADOR: Después del fracaso de todos acusa a
Miranda de la derrota ante el Ministro de Guerra. Miranda responde:
MIRANDA: Las operaciones se efectuaron en
contra de mi personal opinión.
LOCUTORA: Miranda es arrestado y pasa al
Tribunal Revolucionario.
LOCUTOR: Se presenta una amplia defensa y
el 16 de mayo el Presidente del Jurado sentencia: Miranda es un ciudadano
ejemplar.
LOCUTORA: Ninguno de los delitos que se le
incriminan ha cometido. Es inocente.
VOZ EN OFF: Transmitimos en directo las barras
entusiastas que alzan en hombros al gran triunfador Francisco de Miranda luego
de pronunciarse la sentencia a su favor. Repetimos para ustedes desde aquí los
titulares que saldrán mañana en el periódico Moniteur: El pueblo aplaudió la
sentencia concerniente a Miranda, así como su discurso, le abrazaron, le
llevaron a su triunfo y le coronaron.
(El locutor y la locutora se ubican al centro del escenario)
NARRADOR: A solo dos semanas:
HOMBRE: Ultima hora, acaban de caer del
poder los girondinos.
LOCUTORA: Marat ha sido asesinado por Carlota Corday.
LOCUTOR: Persecución contra los vencidos.
LOCUTORA: Petion fue encontrado en el bosque
devorado por los lobos.
LOCUTOR: Se impone Robespierre.
LOCUTORA: Miranda es encarcelado en la prisión
de La Force.
LOCUTOR: Escuchemos directamente en vivo,
las declaraciones de la conocida poetisa inglesa Helen Mary Williams.
VOZ DE MUJER EN OFF:
Miranda se sometió a una prisión de dieciocho meses bajo la continua
expectativa de la muerte, con esa fuerza de animo filosófica que poseía en alto
grado. Estaba determinado a no ser arrastrado a la guillotina y con tal fin se
había provisto de veneno. Armado de ese modo, hizo que le enviaran un número
considerable de libros de su biblioteca y los colocó en la pequeña habitación
de la cual consiguió medio de conservarse único dueño. Allí me dijo que se
empeñaba en olvidar su presente situación mediante el estudio de la historia y
de las ciencias. Trató de considerarse pasajero de un largo viaje que tenía que
llenar el vacío de las horas con la búsqueda de conocimientos, y estaba
igualmente dispuesto a perecer o llegar a la costa.
(A medida que transcurre la
narración las luces van bajando lentamente hasta que la sala queda a oscuras)
Oscuro
Fin del cuadro
Cuadro VI
Sobre la
pantalla irá apareciendo suavemente el título del sexto cuadro
LA HISTORIA NO CAMBIA
(Sólo una tenue luz caerá sobre el Narrador
permitiéndonos ver las diapositivas)
DIAPOSITIVA: Enero de 1795.
NARRADOR: Miranda es liberado de La Force.
DIAPOSITIVA: 1797
NARRADOR: Van llegando a Paris emisarios de los
diferentes puntos de Hispanoamérica, para recibir instrucciones conspirativas.
Todos pertenecen a la masonería. Miranda celebra reuniones secretas con ellos.
El 22 de diciembre en el Acta de París confieren a Miranda el poder necesario para
las gestiones encaminadas a lograr la independencia de América con el apoyo de
Inglaterra y los Estados Unidos.
DIAPOSITIVA: 1798
NARRADOR: Miranda, General del ejército francés
entrega al Ministro Pitt en Londres el Acta de París que le confiere la representación
de América
DIAPOSITIVA: 1801
NARRADOR: Miranda es encarcelado en París,
acusado de espionaje. Se defiende aduciendo su proyecto de independencia de
América.
Se le
expulsa de París y se dirige a Holanda, después a Londres, donde por petición del
Ministro del Gabinete Nicolás Vansittart, presenta un Programa de Gobierno
Provisional, un Reglamento Militar y una Proclama para América. Francia,
Inglaterra, España y Holanda firman el Tratado de Paz de Amiens, por lo que
todos sus planes quedan pospuestos y entra en la desolación.
DIAPOSITIVA: 1803
NARRADOR: Al romperse la paz de Amiens, Miranda
redacta un memorando que sugiere abrir operaciones por Trinidad, sin embargo se
le notifica que no habrá ataque.
DIAPOSITIVA: 1805
NARRADOR: Cansado de esperar Miranda solicita
permiso a Pitt para trasladarse al Nuevo Mundo. Parte hacia Nueva York donde es
recibido por el presidente Jefferson. Sin embargo es traicionado por el ex vicepresidente
Aarón Burr y un político quienes informan al embajador español sobre los pasos
de Miranda
DIAPOSITIVA: 1806
NARRADOR: El 2 de febrero zarpa en el buque
Leander hacia Jacmel en Haití, después pasan a Aruba y finalmente hacia el
puerto de Ocumare en Venezuela. Cuando intentan desembarcar son
atacados
por dos buques españoles. Emprenden la retirada después de una ardua lucha
hacia Bonaire. Las dos goletas que lo acompañaban son atrapadas con sesenta
hombres a bordo, los cuales son trasladados a Puerto Cabello donde la mayoría
son condenados a prisión y trabajos forzados por varios años y diez son
condenados a muerte.
Miranda se
dirige a Barbados, Trinidad y finalmente la Vela de Coro, donde llega con 11
buques. Al desembarcar toman el fortín y después de un gran combate a la orilla
del río salen rumbo a Aruba.
DIAPOSITIVA: 1808
NARRADOR: Llega a Londres. Napoleón invade a
España y abdican a su favor Carlos IV y su hijo Fernando. Miranda comunica
inmediatamente a todos los cabildos de América para que se constituyan en poder
independiente y ejerce nuevamente presión ante Inglaterra para que auxilie la
revolución americana. Los sublevados españoles también piden auxilio a
Inglaterra con lo cual se ordena que la armada de Cork parta a España y no
hacia América.
DIAPOSITIVA: 1809
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