domingo, 9 de octubre de 2011

PASAJERO DE UN LARGO VIAJE


PASAJERO DE UN LARGO VIAJE


AUTORA: INES MUÑOZ AGUIRRE

Un solo espacio donde se desarrolla toda la acción. Sobre una tarima central podemos divisar la disposición de un estudio de radio, en donde está un mesón  con dos micrófonos. Sobre la misma tarima vemos un atril sobre el cual irá colocado el libreto del narrador. Igualmente a la izquierda desde el punto de vista del espectador, pero por debajo de la tarima una pantalla de proyección para diapositivas. A la derecha, también desde el punto de vista del espectador vemos un televisor.
CUADRO I
La sala está completamente en lo oscuro. Suavemente escuchamos de fondo el oleaje del mar, que gradualmente aumentará hasta un término medio. Sobre la pantalla irá apareciendo suavemente el título del Primer cuadro:

PROLOGO
En ese preciso instante la voz suave de una mujer se mezcla con el sonido del mar que ha continuado de fondo:
VOZ EN OFF:          Miranda era de facciones y figura poco comunes, más bien por su originalidad que por su belleza. Tenía el ojo de fuego de los españoles, la piel bronceada y labios finos y espirituales aun en el silencio. Su rostro se iluminaba en cuanto empezaba a hablar, cosa que hacia con inconcebible rapidez. En las profundidades de su alma debe anidar la llama de un fuego sagrado.

Una luz totalmente dirigida nos permite ver al NARRADOR. Personaje que como Maestro de Ceremonias o Distanciador está ubicado detrás del atril de la izquierda, vestido completamente de oscuro.
NARRADOR:           Señoras y Señores, los invito a deslizarse por el tiempo, en un juego de ir hacia el pasado El tiempo puede ser un juego, enredado con la nada o con el recuerdo. Sin embargo ese juego tiene límites y los límites nos impiden echar hacia atrás el reloj para cambiar acontecimientos que quisiéramos cambiar. (Las luces comienzan a encenderse suavemente hacia el centro del escenario que nos permite ver el estudio de radio y la entrada del locutor y la locutora. El narrador los ve sonreído señalándolos) He allí los protagonistas contemporáneos de esta historia, que estoy seguro darían lo que fuera por tener el  entrevistado que hemos invitado desde nuestra imaginación.  (Al mismo tiempo entran uno detrás de otro el locutor y la locutora del programa de radio, que está a punto de comenzar. Ambos se dirigen hacia el estudio, buscando cada uno su lugar en el programa)
LOCUTORA:           (Mientras se sienta) ¿Quién te dio esas declaraciones?
LOCUTOR:              La Duquesa de Abrantes. ¿No me dijiste que querías conocer más sobre él? Sobre todo sobre su vida personal. (Saca una carpeta llena de papeles que trata de ordenar mientras habla)
LOCUTORA:           Claro. Todo el mundo dice que es un hombre encantador.
LOCUTOR:              Ajá. Digno invitado de nuestro programa de hoy.
LOCUTORA:           Quisieras tu, tener aunque sea una vez al mes un invitado de su categoría (Cada uno coloca sus apuntes respectivos sobre la mesa)
LOCUTOR:              Espero que llegue puntual. Eso es lo que no me gusta de invitados tan importantes, porque uno nunca sabe si llegarán hasta que los ves entrar por esa puerta. (Justamente en ese momento hace su entrada el invitado por el fondo del escenario. Una luz cae directamente sobre el, mientras entra una música con la cual se indica el comienzo del programa.En las pantallas aparece el rostro de Miranda)
DIAPOSITIVAS:      Miranda
                                    (Tanto el locutor como la locutora se sientan de inmediato tras sus respectivos micrófonos. El se ubica directamente detrás del micrófono de pie. Al fondo, en todo el centro del escenario) 
LOCUTORA:    Buenas tardes queridos oyentes de “Perfiles Internacionales”, tal como se lo habíamos venido anunciando hoy tenemos un invitado muy especial  a quien sin duda alguna da mucho gusto escuchar sobre todo en los tiempos que corren.
LOCUTOR:              Si, queremos dar la bienvenida a nuestro entrevistado de hoy, quien además tendrá la oportunidad de escuchar diversos testimonios que hemos recogido con el apoyo de nuestros corresponsales  en diversas ciudades. Cada testimonio nos permitirá  conocer su opinión sobre diversos temas.
LOCUTORA:           Primero que nada hablaremos de Miranda, el viajero. (Los dos locutores ven siempre hacia el público, al igual que el invitado. Es decir que en este cuadro dan la espalda al invitado)
LOCUTOR:              De Miranda, amante del arte. ¿En qué lugar sintió mayor presencia de curiosidades históricas?
MIRANDA:                Visitamos la gran Catedral de San Mauricio, un moro. Detrás del altar hay una cripta subterránea que lleva a una milla y media fuera de la ciudad. La zapatilla de la virgen María. Dos gotas de sangre en la piedra ante el altar donde fue decapitado un obispo. El casco y los guantes de Jellia, quien asaltó este lugar hace algunos siglos, la palmera de Jerusalén…
LOCUTORA:      ¿Nos podría comentar sobre una de las obras que más le haya impresionado?
MIRANDA:                En el Monasterio de la Gracia tuve oportunidad de apreciar La Cena de Da Vinci. Es su mejor obra, pintada al fresco sobre el muro. A distancia la ilusión es tan bella que parece se viera a través de la puerta que da a la espalda del salvador, una extensa perspectiva. Me quedé más de una hora contemplándola.
(Las luces bajan lentamente. Acompañadas de una música muy bella. La última imagen que nos permite ver es la del hombre imponente al fondo del escenario)

OSCURO. FIN DEL CUADRO
 
CUADRO II
Sobre la pantalla irá apareciendo suavemente el título del Segundo cuadro:
EL MUNDO NO TIENE LIMITES
(La sala nuevamente en lo oscuro nos permite leer el título de la pantalla mientras escuchamos la voz en off)
VOZ EN OFF:          Comí en la casa de un hombre notable. Creo que es un espía de Inglaterra y España a la vez. Vive en un tercer piso que está amoblado como la residencia de un sátrapa. En medio de su lujo se queja de su pobreza y luego nos ofrece una comida
preparada por Keo y servida en platos de plata. Es esta una circunstancia extraña que me gustaría que me explicasen. Comí allí con  personas de la mayor importancia. Me gustaría volver a encontrarme con una de ellas: es un Quijote, con la diferencia de que no está loco.
                                    (La luz se enciende de un solo golpe directo sobre Miranda, quien aún se encuentra al fondo de la escena)
MIRANDA:               (Desde su micrófono) ¿Se puede saber quién les dijo eso?
(Las luces nos permiten ver a los locutores. En las pantallas aparece la imagen de Napoleón)
LOCUTOR:              Pero por supuesto, ¿Es qué no reconoció su voz?
MIRANDA:               Pues no. No tengo idea.
LOCUTOR:              Es Napoleón. (El narrador ha entrado y le entrega un papel a la locutora, de inmediato sale de escena)
LOCUTORA:           Continuamos con nuestro programa especial (Entrando directamente en materia) Nuestros oyentes quieren saber ¿Cómo ha sido recibido en sus viajes?
MIRANDA:                En cuanto país extranjero he estado, empezando por la América septentrional y muchos reinos de Europa, he experimentado agasajos y distinciones de las gentes más elevadas. Acaso sería porque veían un joven extranjero arrostrando riesgos y fatigas por el anhelo de ver, observar e instruirse.
LOCUTOR:               ¿Esos agasajos le han generado algún tipo de compromiso?
MIRANDA:                Yo no tengo empeños contraídos con nadie ni he tenido jamás la más remota idea que no convenga con los principios de mi honor y mi nacimiento.
LOCUTORA:            ¿Hay un por qué, más especifico que justifique, claro sin necesidad real de justificar su pasión por los viajes?
MIRANDA:                La experiencia y conocimiento que el hombre adquiere, visitando y examinando personalmente con inteligencia prolija en el gran libro del universo, las sociedades más sabias y virtuosas (en este momento vuelve a entrar el Narrador por el otro extremos entregándole ahora una nota con la siguiente pregunta al locutor, de inmediato sale de escena) que lo componen, sus leyes, gobierno, agricultura, policía, comercio, arte militar, navegación, ciencias, artes, es lo que únicamente puede sazonar el fruto y completar en algún modo la obra magna de formar un hombre sólido y de provecho.
LOCUTOR:                          ¿Cómo llega a Europa?
MIRANDA:                Pasé a Europa con el designio y vocación de servir en el ejercito. Para esto fijé mi residencia en Madrid y con sumo ardor me apliqué al estudio de las matemáticas,
 principalmente en lo conducente al arte militar y de las lenguas vivientes de Europa, buscando y haciendo venir de países extranjeros maestros y libros, los mejores y más adecuados para el asunto, en lo cual se expendió considerablemente parte de mi patrimonio.
(La luz disminuye dejando a los locutores como siluetas. En la pantalla de dispositivas vemos pasar algunas imágenes a las que Miranda hace referencia. Vemos su rostro mientras habla)
MIRANDA :               La sublime impresión que uno siente al contemplar la cúpula de la antigua basílica de Santa Sofía desde el interior, es muy superior a la que se tiene al entrar por primera vez a San Pedro de Roma a San Pablo en Londres, al Escorial en España….
(La luz baja lentamente sobre el)


OSCURO
Fin del Cuadro
 
CUADRO III

Sobre la pantalla irá apareciendo suavemente el título del tercer cuadro:
¿POR QUÉ NO PODEMOS SER LIBRES?
(Se mantiene la oscuridad.
Mientras escuchamos una voz en off)

VOZ EN OFF:          Miranda es un hombre de grandes conocimientos, habla de todo muy libremente, pero particularmente contra la Inquisición, contra el gobierno español, contra el rey y el príncipe de Asturias y formula alusiones ofensivas sobre la ignorancia española. Miranda es un hombre libre, libérrimo.
(La luz se enciende directamente sobre los locutores)
LOCUTORA:           Si esa es la opinión que tiene de usted el Embajador de Austria, después de haberlo conocido en el almuerzo ofrecido por Catalina II ¿Cómo define usted la libertad?
(Se enciende la luz sobre Miranda, quien ahora se encuentra en la parte de adelante del escenario y conversa espontáneamente con los locutores, moviéndose libremente)
MIRANDA:                Cuando hablo de libertad, no es esa especie de libertad que Robespierre, Sieyés y Fouché pretendieron establecer, sino el tipo de libertad que Montesquieu y Locke han explicado muy claramente.
LOCUTOR:               ¿ Y cuándo habla de justicia?
MIRANDA:                No me refiero al género de Justicia que Danton y Merlín nos dieron en Francia.
(El Narrador hará su entrada llevando en una bandeja tres tazas de café con que obsequia a los  locutores y su invitado)
LOCUTORA:           ¿Qué se piensa en Europa sobre la libertad de América?
MIRANDA:                Con gran satisfacción observo a los literati  y a los hombres conocidos por su generosidad de sentimiento, ansiosos de conocer la situación de América, cuyo éxito de la realización del virtuoso establecimiento de la libertad pública parecen tomar muy a pecho.
LOCUTOR:              Entonces, ¿Nos sorprende usted diciéndonos qué se habla de este tema?
MIRANDA:                Oyen con agrado cuando se les exponen los hechos, la verdadera situación de nuestro gobierno y de nuestro país, explicación que contradice las numerosas informaciones que la equivocada política del Ministerio británico difunde por toda Europa con asiduidad sorprendente.
LOCUTORA:           ¿Cuál ha sido la posición de los medios de comunicación, los cuales tienen un papel tan importante en el destino de los pueblos?
MIRANDA:                Un extracto de un periódico londinense, reproducido en Berlín colocó a América en una situación apuradísima, afirmando categóricamente que la Anarquía y la confusión reinaban en todo nuestro sistema político y que a causa del establecimiento  de nuestra independencia, en América se había  creado un angustioso ambiente de estrago y desolación.
LOCUTOR:              ¿Ante el tema político y de los gobiernos que es lo que más le molesta?
MIRANDA:                Mi pluma se subleva ante la idea de considerar a la humanidad por ella misma, como favorable a los gobiernos tiránicos, pero en toda otra situación la encontramos turbulenta e inquieta persiguiendo siempre un cambio hasta que llega a estar tan dominada por la presión del yugo que no tiene más remedio que soportarlo.
LOCUTORA:           ¿Cómo se definiría?
MIRANDA:                Yo soy y seré perpetuamente un acérrimo defensor de los derechos, libertades e independencia de nuestra América, cuya causa defiendo y defenderé toda mi vida, tanto porque es justa y necesaria para la salvación de sus desgraciados habitantes, como y porque interesa además en el día a todo el género humano. Cuenten ustedes conmigo hasta la última hora.
(Los dos locutores se levantan violentamente de sus sillas y giran, mirando de frente al invitado a quien aplauden. El Narrador aplaude desde una esquina. Las luces bajan lentamente sobre los cuatro)

OSCURO
Fin del cuadro

CUADRO IV
Sobre la pantalla irá apareciendo suavemente el título del cuarto cuadro:
UNA Y OTRA VEZ
(Aun en lo oscuro escucharemos la voz en off)

VOZ EN OFF:          Desde antes de ahora, tengo pintado el carácter de Miranda, imaginación exaltada, luces y conocimientos más que medianos, fervor y vehemencia en su exterior y sobre todo una
actividad extraordinaria. Con tal conjunto de cualidades, si este joven llegara a verse exasperado y reducido a abrazar el partido de servicio extranjero, creo que preferiría siempre todo lo que sea acción, movimiento y singularidad, a seguir una vida quieta e indiferente.
(Se enciende una luz tenue sobre el narrador, quien se encuentra parado tras su atril)
NARRADOR:           Así opinaba de  Miranda en el año 1789, el embajador español Del Campo.
(Cuando se encienden las luces, Miranda está sentado entre los dos locutores)
LOCUTOR:              Usted ha sido constantemente perseguido. ¿Es cierto lo que se dice que le pasó en La Habana?
MIRANDA;                Si por supuesto, se apareció en la casa donde asistía, un ayudante del señor gobernador y capitán general de esta isla, inquiriendo por mi persona que justamente estaba fuera de casa, se había dado orden para arrestarme, privado de toda comunicación por escrito o de palabra. Suspendí entonces la intención de volverme a la posada y me dirigí a la de un amigo.
NARRADOR:       El 11 de marzo de 1782, mientras Miranda está en Cabo
francés, el rey manda  la siguiente comunicación (El narrador desenvuelve un pergamino del cual lee) Si al recibo de esta Real Orden, no hubiere ya enviado a España al teniente coronel Don Francisco de Miranda, capital del regimiento Aragón, según le está prevenido en Reales Ordenes de 2 y 16 de noviembre últimos, hágale arrestar inmediatamente  y poner a disposición de su majestad en el castillo de San Carlos de la Cabaña.
LOCUTOR:      Se habla también de una orden de arresto del  28 de octubre de     1782.
MIRANDA:                Si por supuesto, se apareció en la casa donde asistía un ayudante del señor Gobernador y Capitán General de esta isla, inquiriendo por mi persona que justamente estaba fuera de casa, se había dado orden para arrestarme, privado de toda comunicación por escrito o de palabra. Suspendí entonces la intención de volverme a la posada y me dirigí a la de un amigo.
NARRADOR:           El 11 de marzo de 1782, mientras Miranda está en Cabo francés, el Rey manda la siguiente comunicación: (El narrador desenvuelve un pergamino del cual lee) Si al recibo de esta Real Orden, no hubiere ya enviado a España al teniente coronel Don Francisco de Miranda, Capitán del Regimiento Aragón, según le está prevenido en Reales Ordenes de 2 y 16 de noviembre últimos, hágale arrestar inmediatamente y poner a disposición de su majestad en el castillo de San Carlos de la Cabaña.
LOCUTOR:              Se habla también de una orden de arresto del 28 de octubre de 1782
MIRANDA:                Si, esa fue por orden de la Inquisición Española, yo debería ser encarcelado y mis bienes confiscados.
NARRADOR:           En el momento de ser arrestado, todos sus libros y papeles deberán ser examinados y los objetos prohibidos, confiscados.
LOCUTORA:            Ahora los invitamos a escuchar las declaraciones que en su oportunidad pudimos escuchar de Bernardo del Campo
VOZ EN OFF:     Estoy a punto de obtener de Don Francisco de Miranda que acompañe a Flandes a Don Matías de Gandásegui, que irá con su mujer y su hija a pretexto de poner a esta pupila en un convento. Me las arreglaré para que tomen la ruta de Calais, donde deben detenerse dos días. La policía francesa, prevenida, haría detener a los dos hombres cuando se dirigieran a visitar el castillo, como lo hacen todos los viajeros. Los pondrían entonces en celdas separadas, para liberar enseguida a Gandásegui, quien regresaría inmediatamente a Londres a reclamar los cofres de Miranda.
(Miranda se pone en pie violentamente)
NARRADOR:           En carta a Carlos IV el 23 de abril de 1790
MIRANDA:                Veo claramente que en vez de darse una satisfacción completa a mis agravios y reparar los graves perjuicios que ha sufrido mi hacienda, se traman y se oyen nuevas implicaciones, hasta cuando estoy fuera del país. Se me ha puesto así en la dura precisión de sacrificar todo mi caudal e intereses, y lo que es más la dulce compañía de mis padres y mis deudos a fin de escoger una patria que me trate al menos con justicia y me asegure la tranquilidad civil.
-                     
OSCURO
Fin del cuadro

CUADRO V
Sobre la pantalla irá apareciendo suavemente el título del quinto cuadro :
YA NO HAY VUELTA ATRÁS
(En lo oscuro de la sala se escucha la voz en off)
VOZ EN OFF:           Hombre todopoderoso, vives en el sentido de l a fuerza. ¿Quién puede penetrar la realidad como tú, a quien escapan tan pocas cosas? ¿Quién como tu, comprendes todas las debilidades de los débiles? ¿Quién comprende como tu, el poderío de los fuertes? De qué resolución, energía y habilidad de qué orgullo despreciativo y de qué valor te ha dotado la naturaleza.
(La primera luz en encenderse recaerá sobre el narrador)
NARRADOR:     Realmente, sólo un hombre tan bien descrito por Juan Gaspar Lavater, podía lograr el desarrollo de proyectos como el Plan Mirandino, en el cual decía: La situación de América es de opresión infame en que la España la tiene constituida, negando a sus naturales que se puedan desempeñar empleos militares, civiles y eclesiásticos de alguna importancia. (Se enciende una segunda  luz, directo sobre Miranda)
MIRANDA:                Confiriéndolos sólo a los española europeos que vienen únicamente a enriquecerse y ultrajar y oprimir a los infieles habitantes.
NARRADOR:           Prohibiendo a los americanos que pasen a países extranjeros sin una licencia del monarca, que rarísimamente se  concede.
MIRANDA:                Y lo que es más aun, es el oprimir la inteligencia con la intervención del infame tribunal de la Inquisición que prohíbe la lectura  de libros o de publicación útil capaz de ilustrar el entendimiento humano, procurando así degradar haciéndolo supersticioso, humilde y despreciable.
(Luz sobre el locutor, quien lee transmitiendo en vivo el noticiero)
NOTICIERO:            Ultima hora, las noticias que están llegando en este momento desde el viejo continente nos indican que Don Francisco de Miranda le ha presentado al Ministro Pitt un Proyecto de Constitución para las Colonias Hispanoamericanas.
MIRANDA:                Gobierno dirigido por hombre que detentará el título de Emperador Inca.
NARRADOR.           Cámara del senado con senadores vitalicios
LOCUTOR:              Cámara de los comunes integrada por diputados elegidos cada cinco años
MIRANDA:               Jueces Federales vitalicios
NARRADOR:           Los Censores velarán por la moralidad de la juventud,
LOCUTOR:              Los ediles velaran a los senadores, educadores atenderán la vigilancia y conservación de canales, puertos, carreteras y monumentos.
MIRANDA:                Los Cuestores controlarán y fiscalizarán la administración pública
NARRADOR:           El clero solo se ocupará de asuntos eclesiásticos
LOCUTOR:              Desaparecerán los impuestos a los indígenas
NARRADOR:           Nada se logra, El Primer Ministro Pitt nunca da su respaldo a Miranda, sorpresivamente descubre que el gobierno británico lo vigila.
(Sobre la pantalla de diapositivas aparece la imagen de Miranda y escuchamos su voz en off)
MIRANDA:                 (Voz en off)  He sido vendido por un tratado de comercio con España. Pitt es un monstruo que parece no tener otro guía que El Príncipe de Maquiavelo. Habíamos convenido que si estallaba la guerra, el Plan entraría en ejecución y hasta se enviaron a buscar algunos de nuestros compatriotas ex jesuitas que yo había visto y preparado en Italia para el asunto
NARRADOR:           Finalmente rebasado el límite de espera Miranda rompe con Pitt
MIRANDA:                Espero quiera usted excusar esta molestia y estar convencido de mis calurosos deseos por la prosperidad de Inglaterra, cuya gloria espero todavía ver acrecentada con la ejecución de los planes propuestos, y aun antes de que ese tiempo llegue, me jacto que tendrá oportunidad de probar mi sincero afecto a este país.           
LOCUTORA:           (Quien entró a escena y se había ido acercando, grabador en mano) Después de toda esa situación tan decepcionante, ¿Qué hizo usted?
MIRANDA:                El 19 de marzo de 1792, partí de Londres a París con ánimo de informarme si acaso los franceses, como yo me lo presumía, no intentaban revolucionar la América española.
(Al fondo se escucha un timbre que sirve como señal, de inmediato los locutores se paran detrás del micrófono. Miranda se acerca al narrador)
MIRANDA:               ¿Qué sucede?
NARRADOR:           Un noticiero urgente internacional
(Tanto Miranda como el Narrador se ponen a la expectativa, cada uno a un extremo del escenario. En las pantallas de diapositivas comenzaremos a ver pasar una tras otra imágenes que hacen referencia a la época)
LOCUTOR:              Ultima hora. Se ha constituido en la ciudad de París una nueva Junta Municipal, La Commune, con predominio de jacobinos.
LOCUTORA:           Ha sido asaltado el Palacio de las Tullerías en el cual se encontraba la familia real. Ha sido encarcelado el Rey Luis XVI y la reina María Antonieta
MIRANDA:                 (Girando hacia el público) Mi amigo el Alcalde de Paris, M. Petion, sabiendo que yo estaba decidido a partir en breve para Inglaterra, donde yo tenía compromisos de la mayor importancia me preguntó por qué no aceptaba servicio en Francia, por la causa de la Libertad que yo amaba tanto. Le hice ver mi condición de extranjero y la ingratitud que más tarde se experimenta como yo lo había comprobado en América. En fin me pidió que aplazara mi partida.
NARRADOR:           La indignación de Catalina II se manifiesta a través del príncipe Kochubel.
PRINCIPE:               Me he enterado con indecible amargura del extravagante papel que se propone desempeñar Miranda. Nunca pensé que un hombre como él fuese capaz de hacer cosa tan absurda.
NARRADOR:           El príncipe además, emite su propia opinión
VOZ EN OFF DEL PRINCIPE:    Todos hemos aprobado vuestra conducta en relación con él. Grande ha sido el enojo de la Emperatriz por el comportamiento de ese hombre que de no ser por su amparo, ya haría tiempo que estaría pudriéndose en las mazmorras de la Inquisición
NARRADOR:           Entre tanto Petion quien era el Presidente de la Convención Nacional, le escribe a Miranda; se ha portado usted como oficial de experiencia y excelente ciudadano que sabe como merecer la confianza de los soldados que están bajo su mando. No se trata solamente de asegurar el triunfo de la libertad  de Francia, sino de la libertad del mundo entero. Nunca lucharemos por una causa más grande o más noble.
MIRANDA:                El 25 de enero 1793, el rey Luis XVI es decapitado Inglaterra rompe relaciones con Francia. Duomouriez invade Holanda y ordena a Miranda ponga sitio a Maestricht
NARRADOR:           Después del fracaso de todos acusa a Miranda de la derrota ante el Ministro de Guerra. Miranda responde:
MIRANDA:                Las operaciones se efectuaron en contra de mi personal opinión.
LOCUTORA:           Miranda es arrestado y pasa al Tribunal Revolucionario.
LOCUTOR:              Se presenta una amplia defensa y el 16 de mayo el Presidente del Jurado sentencia: Miranda es un ciudadano ejemplar.
LOCUTORA:           Ninguno de los delitos que se le incriminan ha cometido. Es inocente.
VOZ EN OFF:          Transmitimos en directo las barras entusiastas que alzan en hombros al gran triunfador Francisco de Miranda luego de pronunciarse la sentencia a su favor. Repetimos para ustedes desde aquí los titulares que saldrán mañana en el periódico Moniteur: El pueblo aplaudió la sentencia concerniente a Miranda, así como su discurso, le abrazaron, le llevaron a su triunfo y le coronaron.
(El locutor y la locutora se ubican al centro del escenario)
NARRADOR:           A solo dos semanas:
HOMBRE:                Ultima hora, acaban de caer del poder los girondinos.
LOCUTORA:           Marat ha sido asesinado por Carlota Corday.
LOCUTOR:              Persecución contra los vencidos.
LOCUTORA:           Petion fue encontrado en el bosque devorado por los lobos.
LOCUTOR:              Se impone Robespierre.
LOCUTORA:           Miranda es encarcelado en la prisión de La Force.
LOCUTOR:              Escuchemos directamente en vivo, las declaraciones de la conocida poetisa inglesa Helen Mary Williams.
VOZ DE MUJER EN OFF: Miranda se sometió a una prisión de dieciocho meses bajo la continua expectativa de la muerte, con esa fuerza de animo filosófica que poseía en alto grado. Estaba determinado a no ser arrastrado a la guillotina y con tal fin se había provisto de veneno. Armado de ese modo, hizo que le enviaran un número considerable de libros de su biblioteca y los colocó en la pequeña habitación de la cual consiguió medio de conservarse único dueño. Allí me dijo que se empeñaba en olvidar su presente situación mediante el estudio de la historia y de las ciencias. Trató de considerarse pasajero de un largo viaje que tenía que llenar el vacío de las horas con la búsqueda de conocimientos, y estaba igualmente dispuesto a perecer o llegar a la costa.
(A medida que transcurre la narración las luces van bajando lentamente hasta que la sala queda a oscuras)
Oscuro
Fin del cuadro


Cuadro VI
Sobre la pantalla irá apareciendo suavemente el título del sexto cuadro
LA HISTORIA NO CAMBIA
(Sólo una tenue luz caerá sobre el Narrador permitiéndonos ver las diapositivas)

DIAPOSITIVA:         Enero de 1795.
NARRADOR:           Miranda es liberado de La Force.
DIAPOSITIVA:         1797
NARRADOR:           Van llegando a Paris emisarios de los diferentes puntos de Hispanoamérica, para recibir instrucciones conspirativas. Todos pertenecen a la masonería. Miranda celebra reuniones secretas con ellos. El 22 de diciembre en el Acta de París confieren a Miranda el poder necesario para las gestiones encaminadas a lograr la independencia de América con el apoyo de Inglaterra y los Estados Unidos.
DIAPOSITIVA:         1798
NARRADOR:           Miranda, General del ejército francés entrega al Ministro Pitt en Londres el Acta de París que le confiere la representación de América
DIAPOSITIVA:         1801
NARRADOR:           Miranda es encarcelado en París, acusado de espionaje. Se defiende aduciendo su proyecto de independencia de América.
Se le expulsa de París y se dirige a Holanda, después a Londres, donde por petición del Ministro del Gabinete Nicolás Vansittart, presenta un Programa de Gobierno Provisional, un Reglamento Militar y una Proclama para América. Francia, Inglaterra, España y Holanda firman el Tratado de Paz de Amiens, por lo que todos sus planes quedan pospuestos y entra en la desolación.
DIAPOSITIVA:         1803
NARRADOR:           Al romperse la paz de Amiens, Miranda redacta un memorando que sugiere abrir operaciones por Trinidad, sin embargo se le notifica que no habrá ataque.
DIAPOSITIVA:         1805
NARRADOR:           Cansado de esperar Miranda solicita permiso a Pitt para trasladarse al Nuevo Mundo. Parte hacia Nueva York donde es recibido por el presidente Jefferson. Sin embargo es traicionado por el ex vicepresidente Aarón Burr y un político quienes informan al embajador español sobre los pasos de Miranda
DIAPOSITIVA:         1806
NARRADOR:           El 2 de febrero zarpa en el buque Leander hacia Jacmel en Haití, después pasan a Aruba y finalmente hacia el puerto de Ocumare en Venezuela. Cuando intentan desembarcar son
atacados por dos buques españoles. Emprenden la retirada después de una ardua lucha hacia Bonaire. Las dos goletas que lo acompañaban son atrapadas con sesenta hombres a bordo, los cuales son trasladados a Puerto Cabello donde la mayoría son condenados a prisión y trabajos forzados por varios años y diez son condenados a muerte.
Miranda se dirige a Barbados, Trinidad y finalmente la Vela de Coro, donde llega con 11 buques. Al desembarcar toman el fortín y después de un gran combate a la orilla del río salen rumbo a Aruba.
DIAPOSITIVA:         1808
NARRADOR:           Llega a Londres. Napoleón invade a España y abdican a su favor Carlos IV y su hijo Fernando. Miranda comunica inmediatamente a todos los cabildos de América para que se constituyan en poder independiente y ejerce nuevamente presión ante Inglaterra para que auxilie la revolución americana. Los sublevados españoles también piden auxilio a Inglaterra con lo cual se ordena que la armada de Cork parta a España y no hacia América.
DIAPOSITIVA:         1809

miércoles, 8 de septiembre de 2010

PONENCIA SOBRE DRAMATURGIA

PONENCIA: LA DRAMATURGIA DEL ASOMBRO
AUTOR: INES MUÑOZ AGUIRRE 
I ACTO: ¿DRAMATURGIA? 
No puedo evitar mi asombro cuando abordo el tema en los círculos ajenos al teatro y debo explicar que se trata de que escribo teatro. Entonces me pregunto ¿Y para qué escribo teatro?
II ACTO: EL PROCESO No puedo evitar mi asombro cuando todo lo que me rodea me hace pensar que eso que acabo de ver, o lo que alguien me está contando, o lo que leo por allí en cualquier periódico o revista, casi siempre viejos porque nunca tengo tiempo de leer el del día, se puede convertir en una obra de teatro. Entonces me vuelvo loca porque siempre tengo tantas ideas en la cabeza que realmente no sé por donde empezar. Ante eso me invento escribir tres líneas sintetizando la historia para que no se me vaya a olvidar y es así como lleno mi computadora de paginas y páginas, de ideas que nunca tengo tiempo de escribir, pero que están allí, acumulándose y que hace un tiempo me obligaban a pensar que a lo mejor un día me robaban la computadora y listo, que se perderían con ella todas las ideas. Cuando empezaron a ponerse de moda los unipersonales con actrices de televisión y a llenarse los teatros como nunca se llenan con otro tipo de trabajo y otro tipo de actriz, una amiga que es una periodista bastante conocida en el medio donde se desenvuelve llegó y me dijo que quería que yo le escribiera algo, que ella estaba dispuesta a actuar. Bueno, me senté, conversé con ella sobre sus inquietudes, quería que el personaje fuera una periodista y en ese momento me fajé. Para mi me fajé quiere decir que un día cuando se acerca la fecha con la que me comprometí, abandono todo lo que me rodea, apago el celular que de todas maneras nunca atiendo y escribo y escribo sin parar. Terminé la obra. Llamé a mi amiga, en la noche mi fui hasta su casa para leérsela, ella no podía creer lo que estaba escuchando, según sus palabras era casi perfecta, exactamente lo que ella quería, total que para hacerles corto el cuento quedamos en desarrollar un poco más algunas cositas, al tenerla lista la imprimiría y ella se encargaría de lo demás, porque eso de dirigir si es verdad que no me gustaría hacerlo aunque no se debe decir nunca más. Bueno, al día siguiente un bendito plomero que fue a mi oficina a arreglar el bote de una poceta, se llevó mi computadora y yo me quedé que no lo podía creer. Allí empezó la tarea de disminuir el riesgo, ahora por lo menos lo que escribo en serio, es decir lo que termino, siempre lo tengo respaldado en otra computadora, grabado en un CD, en un disco duro portátil, lo imprimo y lo encuaderno, de casualidad que no lo pongo bajo mi almohada y duermo abrazada de ellas. Y a veces me pregunto ¿Y para qué? Pero aun en medio, insisto, de este asombro, me empeñó en seguir escribiendo, sin una disciplina especifica, la cual no niego que me encantaría tener, porque de tenerla, todas esas ideas que voy escribiendo por allí se convertirían en obras, pero no logro alcanzar tales virtudes y aunque en los últimos años he conseguido escribir dos obras por año, las escribo porque la idea me aborda de tal manera que me siento arranco a escribir y puedo pasar tres días robada por aquella pasión extraña y ya. Pasa de nuevo a convertirse en la angustia de acumular ideas. En ese proceso he descubierto cosas realmente valiosas, una es que no puedo contar ni jugando la idea o la obra que estoy escribiendo, porque si lo hago me tranco, tengo tres años tratando de terminar una obra que se llama La Pared, porque la trama me encanta, tengo unos personajes variados pero se me ocurrió contar lo que estaba haciendo y no la he podido terminar, cuando cuento las cosas es como que si me divorciara de ellas. También estoy clara que el tema de iniciar una obra y terminarla de un solo tirón no se trata de la inspiración divina, se trata de que hay una idea dando vueltas en mi cabeza que va tomando forma silenciosamente, porque de manera recurrente vuelvo sobre ella hasta que se delinea una estructura que es con la que me siento a trabajar y nada me puede sacar de lo que estoy haciendo, porque sino es muy difícil que regrese a ello. Yo vivo en medio de una montaña donde hay una orquesta de pájaros, un paisaje increíble, tengo un espacio concreto donde debería trabajar, digo que debería porque es mentira que lo haga siempre en el, simplemente voy a escribir donde más me guste en ese momento, hasta soy capaz de escribir en la cama, lo cual les digo que ha terminado por molestarme bastante la columna, entonces, no creo para nada en el tema del maravilloso espacio para inspirarte, porque si yo me permito recrearme en lo que me rodea, me puedo parar a pintar o agarro la guitarra que intento tocar casi desde que nací o se me ocurre agarrar un libro y ponerme a leer o hasta me puedo quedar en lo que yo llamo el contemple. Entonces estoy segura que esa obra no verá nunca la luz. Escribir para mi, va estrechamente relacionado con la disciplina, la organización y un trabajo minucioso que nos debe llevar una y otra vez sobre el texto. Lograrlo sería para mi un verdadero asombro 
III ACTO: LO FEMENINO Perdóname Señor, por hacer la comida tres veces al día. Perdóname Señor, por fregar los platos. Perdóname Señor, por mantener la casa limpia de polvo y de malos humores. Perdóname Señor, por lavar y planchar la ropa de toda la familia. ¡Coño!. Perdóname Señor, por decir malas palabras, a veces, cuando estoy cansada. Perdóname Señor, por servir la comida...y el agua. Perdóname Señor, por tender las camas, arreglar los closet, lavar los baños, pasar coleto, Perdóname Señor. Perdóname Señor, por tener malos pensamientos con el actor de la telenovela. Este es un texto que escribí en 1998, me lo inspiró una mujer que ahora debe tener alrededor de 65 años. Cuando asociamos este texto a la dramaturgia nos damos cuenta que hace algunos años se pusieron de moda estos textos que nos hablan de una mujer presentada desde sus frustraciones profesionales, sexuales, de sus insatisfacciones y como un ser obsesivamente dependiente de lo masculino, tanto para realizarse como para frustrarse. Unos textos capaces de arrancar la risa de los espectadores a través de nuestras debilidades más persistentes. NO sé si esto encaja dentro de lo que podríamos clasificar como dramaturgia femenina, creo que lo verdaderamente importante sería ver todas las aristas de nuestra personalidad, acercarnos a una visión amplia de la natural diferencia entre lo masculino y lo femenino, porque obviamente esta existe y no solo en lo físico. Debemos trabajar sobre los encuentros y los desencuentros, pero creo que es una tarea que no solo nos toca a las mujeres, sino a ambas partes, basados en nuestra igualdad de capacidades, permitiéndonos una dramaturgia sobre todos los temas que nos atañen. Para tratar con objetividad en que nos diferenciamos tendríamos que confrontar los mismos temas. Esto podría ser un ejercicio que debería convertirse en una propuesta de investigación. Formulémonos dos preguntas: ¿Cuál es el reto en la actualidad? ¿Querremos dejar una sola visión de un tema que nos pertenece? Frente a esto me asombra que hay gente que no entiende que uno se interese por este tema. Un libro mío que se llama PROTAGONICAS y que está por salir publicado por la Fundación Polar, fue duramente criticado por una periodista con quien compartí el proyecto, porque ella me decía que no veía por qué había que entrevistar de forma particular a las mujeres para que contarán su historia, pero para mi este es otro argumento que tiene que ver con lo que estamos tratando y que es que hay que abrir un espacio que a veces no tenemos. Creo que la diferencia está allí, en los espacios para mostrar lo que hacemos, y esos, hay que crearlos y ganarlos a pulso, aun cuando nos parezca inconcebible, pero es evidente que además del hecho de que nuestra dramaturgia no es proyectada, más evidente es aun que la dramaturgia realizada por mujeres es prácticamente inexistente en representación y como referencia. ¿Debemos asombrarnos? Si, porque creo que es el asombro el que nos lleva a encontrarnos cada vez con mayor claridad, con las verdaderas necesidades.
IV ACTO: LA DIFUSION No puedo evitar mi asombro cuando veo ahí en mi biblioteca encuadernadas las obras, aunque no todas y a veces me quedo viéndolas mientras me pregunto que hago con ellas. A veces creo que la respuesta es que debo agarrar el teléfono, llamar a los pocos directores que conozco y pedirles que si se pueden robar unos minutos para leer mi obra. En algunos casos pienso que tengo que hacerme pana de ellos a ver si logro que se interesen en lo que hago y creo que a lo mejor hasta será bueno darme unas vueltitas por allí por los lugares donde se mueven los de teatro, lugares como el Trasnocho que es ahora el centro de concentración después que el Ateneo comenzó a agonizar y que en esas vueltas comienzo a interrelacionarme con los nuevos directores para contarles que yo escribo y que bueno, que un día hice teatro y que sería una maravilla si pudieran leer mi obra a ver si le gusta, y etcétera y etcétera y etcétera. Entonces me pregunto ¿Y para que escribo yo teatro? Porque todo esto que acabo de decir es lo que yo nunca voy a hacer, porque es que si eso se llama relaciones públicas, yo la verdad es que no puedo con eso, porque no tengo tiempo, porque soy miope e introvertida, porque no me gusta hablar por teléfono y porque no sirvo para andar pidiendo favores o para jalar ….ustedes saben que. Yo no salgo de mi asombro si tengo que entender que esto que yo hago de escribir teatro y de querer al teatro como un medio valiosísimo de comunicación, significa toda una serie de cosas que no tienen que ver con el trabajo que significa hacerlo. Todavía creyendo en eso pero consciente de que nadie va a ir a tocar la puerta de mi casa para conocer lo que hago, el año antepasado, me presenté un buen día en el taller de dramaturgia del CELARG que estaba dictando Rodolfo Santana, donde había gente talentosa, gente que comienza a escribir y gente especialista en hacer talleres. Cuando tuve que decir porque estaba allí, dije que estoy convencida, y lo sostengo aquí delante de cada una de ustedes, que de nada nos sirve hacer este trabajo en la estricta soledad porque nos perdemos dentro de nuestras propias concepciones, evitamos el enriquecimiento de ideas y es por ello que tenemos que buscar la oportunidad de leer para gente que nos pueda dar su opinión, que podamos analizar, confrontar, corregir e intercambiar para decir que hemos concluido con una obra. Asistí siempre en la búsqueda de eso y en esa misma búsqueda se me ocurrió crear una propuesta con el nombre de Conversarte, que nos permitiría hacer una entrevista en el escenario al dramaturgo invitado y hacer una lectura dramatizada de un fragmento de alguna de sus obras. En la búsqueda de llegar a la oportunidad de difundir lo que hacemos. Pues aún no salgo de mi asombro de la guerra de egos que se desató en mi entorno y por supuesto que huí despavorida preguntándome ¿Y para qué hice eso? Después escuchando el material de las entrevistas que realicé a dos profesionales muy respetados por mi como José Gabriel Nuñez y Carlota Martínez descubrí una maravilla que pienso retomar para convertirlas en un libro. Así llegamos al meollo de este acto, porque una de las cosas que no me permite también salir de este asombro casi constante es entender que en nuestro país, existimos espasmódicamente según lo que realizamos y donde lo realicemos. Vivimos de minutos de gloria (Bueno, digo vivimos optimistamente) y de inmediato no somos nadie. Esto no tiene que ver con un tema del reconocimiento por el reconocimiento, tiene que ver con el tema del compromiso que tenemos con el medio donde nos desenvolvemos y en este nuestro medio, nos encontramos con que nadie sabe quien es quien, bueno cuando alguna vez tienes la oportunidad de hablar con alguien tienes que empezar por echar el cuento de lo que hiciste y de cómo lo sigues haciendo. Reflexionando justamente sobre eso descubrí que unos cuantos recortes que guardo de mi “momento de gloria” se están poniendo amarillos, porque el tiempo pasa aunque a veces tratemos de no darnos cuenta de ello, y me quedé aterrada porque me dije ahora si es verdad que se perdió todo, pero gracias a Dios existe el scanner y rescaté algunas cosas, aunque haciéndolo me pregunté ¿Y para que estoy escaneando esto? Y ese asombro que me acompaña, es mucho mayor cuando uno se da cuenta que en la actualidad, las que hacen algo ven cada vez más disminuidas las posibilidades de que salgan aunque sean dos líneas en los medios sobre su trabajo, asombrosamente desaparecieron las columnas de crítica, los nuevos periodistas duran muy poco en sus cargos, no se preparan y si corremos con la suerte de que manden a alguien a entrevistarnos, la entrevista comienza diciéndonos: “cuénteme” porque no tienen ni idea de quien es la entrevistada. En Conclusión no hay directores que les interese montar las obras de un dramaturgo desconocido, o poco taquilleros, aquel acto de quijote que yo asumí cuando el Centro de Directores para que se me permitiera montar una obra de Marco Purroy, solamente se me ocurre a mi y tan es así que por causa de mi empecinamiento yo salí del Centro y Marco continuó. No hay editoriales que se interesen, porque dicen que el teatro no vende y finalmente no hay medios de comunicación ni periodistas que reflejen lo que hacemos. ¿Y es que esto no es como para asombrarse? Por eso es que asombro tras asombro uno tiene que permitirse la esperanza de que alguien leerá alguna vez lo que hacemos y esas lecturas puedan hacer de este trabajo algo más interrelacionado con el hecho teatral, con su gente y con un publico. Aferrada a esa idea yo tengo una página web en la que están algunas de mis obras y como estoy trabajando como periodista en cosas que trascienden un poco, de vez en cuando reviso que puede haber por allí sobre mi trabajo en la red y es así como hace unos cuatro años descubrí que mi obra se estudia en la Universidad de Siracusa en Nueva York y aunque me contentó mucho cuando se montó Estados Circulares en Uruguay o cuando se me pidió el permiso para presentar Tocados de Luna en Sao Paulo, lo de Nueva York fue el asombro al máximo, mi trabajo materia de estudio en la Cátedra de literatura hispanoamericana, una profesora que ha realizado unas cuantas ponencias sobre mi obra, un descubrimiento como para no creerlo y cuando hecho el cuento, más de una vez me he tropezado con la respuesta de que es que nadie es profeta en su tierra o gente que con toda razón me ha dicho…. y pensar que aquí nadie te conoce.
V Y ULTIMO ACTO ¿HACIA DONDE CONDUCIRNOS ANTE TANTO ASOMBRO? Y finalmente, es así, el nadie me conoce significa que no se conoce mi obra como no se conoce la de muchas de ustedes y como pareciera que se conoce la obra de las que ahora viven su momento de gloria y que después nadie conocerá. Y esto no se trata de mi rostro, ni de otro rostro, o del de una de ustedes, esto se trata de que lo escribimos que son testimonios de una época, de un momento, de una situación, de una experiencia, testimonios que cobran vida en cada uno de los personajes que intervienen y que como personajes forman parte, indudable, de un país y de una manera de hacer las cosas, tiene que conocerse, discutirse, analizarse, investigarse, volverse testimonio y ponerse en escena que es para lo que finalmente se escribe teatro. ¿Cuándo dejaré de asombrarme, y dejarán de asombrarse muchas de las que nos hemos dedicado a esto de hacer dramaturgia? ¿Cuándo dejaremos de preguntarnos para qué escribimos? Cuando entendamos, aceptemos y nos involucremos con que esto se trata de lo que estamos haciendo aquí, de este encuentro que nos permite intercambiar, acercarnos, disentir. Cuando trabajemos por organizar grupos de lectura y de intercambio Cuando los investigadores se preocupen por averiguar, refrendar, testimoniar y escribir para la historia, porque todo aquello que no tiene historia simplemente no existe.. Cuando seamos capaces de integrarnos en grupos que trabajemos unidos por propiciar el montaje de las obras. Cuando trabajemos en conjunto por propiciar la publicación de las obras, porque no es lo mismo un libro, a la obra encuadernada con anillitos plásticos que se rompen con el tiempo. La obra impresa siempre tendrá más probabilidades de llegar a las manos de algún interesado que si permanece en nuestra biblioteca, en la gaveta y mucho menos en la computadora que se lleva cualquier ladrón Cuando nuestros egos se queden, rezagados o escondidos detrás de las páginas que escribimos, y los verdaderos protagonistas sean nuestros personajes. Salgamos del asombro en que estamos y convirtámonos en una realidad. En una voz que habla por nosotras y por los demás. Convirtamos en el asombro de quienes aun están por descubrir que en la dramaturgia venezolana puede haber una historia.

martes, 7 de septiembre de 2010

ACTIVIDADES TEATRALES

Creación del Centro de Directores para el nuevo Teatro 
Directores fundadores: Jose León, Sebino Salvato, José Eduardo Pardo, Inés Muñoz Aguirre, Daniel Uribe, Marieta Perroni, Alejandro Reig, Carmelo Castro, Cesar Sierra, José Antonio Pinto, Freddy Mota y Costa Palamides. 
La Junta Directiva estuvo conformada por: Carlos Gimenez, Nelly Garzón, Francisco Alfaro, Juan Martinez de La Vega, Anibal Grunn, José Simón Escalona, José Salas, Inés Muñoz Aguirre, José Gabriel Nuñez, Pilar Romero, José Antonio Pinto, E.A. Moreno Uribe y Carlos Fraga

RENUNCIA CENTRO DE DIRECTORES PARA EL NUEVO TEATRO


Apreciado Carlos
Ante la imposibilidad de conversar contigo desde el mes de enero, debido a tus múltiples ocupaciones frente al Festival Internacional de Teatro, me dirijo a ti a través de la presente para manifestarte mi renuncia a la junta directiva del Centro de Directores para el Nuevo Teatro y a mis actividades dentro de dicho organismo,
Como de todos es sabido, ese organismo, creado por ti a raíz del Festival de Directores, tenía como misión ser un centro en el que una serie de directores que veníamos trabajando desde hace algunos años y otros más nuevos, encontraríamos por fin un lugar de reunión para formular proposiciones y obtener respaldo financiero y profesional para poder continuar con nuestras actividades. Sin embargo, el centro desde que fue creado, ha permanecido como un apéndice de la Fundación Rajatabla, lo que – sin duda- entorpece sus actividades y terminará por acabar con lo que en su origen fue una brillante idea.
Como directora que ha venido luchando por estabilizar un grupo desde hace ocho años, trabajando con seriedad, continuidad y respeto por la labor de los demás, me sumé a lo que ha sido uno de los proyectos más importantes del teatro venezolano y tu sabes muy bien que el centro contó conmigo siempre que fue necesario, que en reiteradas oportunidades presenté ideas y proyectos con el objetivo de ser discutidos y que, incluso Nueva Gente facilitó su sede para realizar reuniones cuando no se disponía de otro espacio.
Mi ausencia de las más recientes  reuniones se debe a que tuve que tratar de solventar una serie de problemas para llevar adelante mi plan de trabajo, el cual se encontraba paralizado por causas totalmente ajenas a mi. Según habíamos acordado, como bien sabes, yo debí estrenar el 8 de noviembre de 1987, pero faltando apenas  tres semanas para esa fecha el señor Armando Africano – quien en ese momento  se encontraba trabajando para la Fundación Rajatabla me informó que yo no podía estrenar porque en esa fecha estrenaría un “reconocido director”. Después tú me comunicaste personalmente en una reunión en tu oficina que yo abriría la temporada estrenando la semana del 8 de enero. Pasó el mes de diciembre sin que yo pudiera obtener una respuesta concreta sobre mi estreno por parte de la coordinación del centro. Finalmente, ya a mediados de enero después de reiteradas visitas y llamadas telefónicas, el señor Aníbal Grunn me informó que no podía estrenar en la Sala Rajatabla porque estaba ocupada con motivo del Festival Internacional. Al mismo tiempo, me dijo que buscara yo otra sala donde presentar el trabajo y que se lo comunicara al Centro para hacerme entrega del dinero para la producción. Creí haber solucionado el problema al obtener la Sala Horacio Peterson, pero lo peor estaba aún por venir.
Es de constancia pública que entre los aportes realizados por el Conac en 1987, se dio treinta mil bolívares (Bs. 30.000,00) a cada uno de los directores pertenecientes al centro para su producción del año, según proyecto presentado por el mismo centro. Adicionalmente Fundarte dio un aporte, el cual se nos notificó era de dieciséis mil bolívares (Bs. 16.000,00) por director, cantidad que el centro decidió sería invertida en publicidad.
De los aportes otorgados para los fines mencionados, solamente uno o dos directores hicieron uso de ellos, ya que los demás aún no estrenaron .Lo cierto es que en el momento de informar que teníamos sala nuevamente el señor Anibal Grunn nos comunicó que lo sentían mucho pero que “no hay dinero porque Rajatabla tiene más egresos que ingresos”. Finalmente, después de presentarnos varias veces y llamar por teléfono, se nos notificó que nos entregarían sólo veinte mil bolívares y que nos quedaban debiendo diez mil. En cuanto al dinero para la publicidad, se nos dijo que no había y que, en todo caso, no se entregaba en efectivo. Eso significó que con los veinte mil bolívares tuvimos que cubrir tanto la producción como los avisos de prensa.
Ya bajamos de cartelera, obtuvimos otra sala para estar un mes más presentando la obra, y no podemos hacerlo porque nos faltan dieciocho mil bolívares para cubrir la producción. En este momento, un grupo como el que represento, que siempre ha carecido de subsidio y que sin embargo ha llevado a escena innumerables trabajos, tiene que escuchar como respuesta que no nos pueden dar el dinero que nos deben porque se ha gastado todo en el Festival Internacional.
Toda esta larga serie de sucesos ocurridos en torno a mi trabajo, me conducen a presentar mi renuncia exponiendo que es lamentable que el centro de Directores se convierta exclusivamente  en un centro de producción intermediario entre los directores jóvenes y los organismos oficiales, sin que se nos preste ningún otro tipo de respaldo, y ni siquiera se tenga el mínimo respeto a nuestros proyectos de trabajo con respecto a la asignación de salas, limitando nuestra independencia creativa para la puesta en marcha de proyectos surgidos en el seno del centro y paralizando la continuidad de nuestro trabajo a favor de los proyectos de otras agrupaciones. Al mismo tiempo, pienso que es necesario que el Centro de Directores asuma su independencia económica y que las partidas asignadas se empleen para lo que se solicitaron.
Expuestos los puntos anteriores, deseo dejar constancia de que mi decisión no se debe al deseo de reclamar solamente un aporte económico (que legítimamente me corresponde) ya que he venido trabajando desde hace ocho años sin este tipo de apoyo, gestionando otros mecanismos que nos han permitido estrenar dieciocho piezas. Mi decisión responde a que no comparto la tergiversación que han sufrido los objetivos originales del centro ni la forma en que se están administrando los recursos a él asignados.
Los problemas que hemos confrontado con el montaje de El Príncipe de Medianoche corroboran mis afirmaciones.
Esperando que mi posición sea motivo de replanteamientos ante una generación que se prepara para continuar con la labor teatral que otros dignamente han desarrollado a través de su constancia, tesón y seriedad, se despide. Amiga.
Inés Muñoz Aguirre.
Publicado en El Universal. Viernes 4 de marzo de 1988